El pasado domingo 8 de marzo tuvo lugar un simulacro en la Ciudad de Autónoma de Melilla en el que una vez más, la ONG Intervención, Ayuda y Emergencias (IAE) y el Grupo de Intervención Psicológica en Emergencias y Catástrofes (GIPEC) trabajaron en pro de la formación y prevención ante una posible catástrofe.
Tras dos meses de preparación conjunta y la búsqueda de escenarios, se pidió colaboración a los alumnos de Emergencias Sanitarias de Formación Profesional y a los estudiantes de la Facultad de Enfermería de Melilla, perteneciente a la Universidad de Granada.
El ejercicio de desarrolló en la mañana del domingo 8. Durante 6 horas de trabajo ininterrumpido, diez miembros del Grupo Especial de Localización y Rescate de la ONG IAE con dos equipos caninos, seis psicólogos del GIPEC y veintiocho participantes vinculados al mundo sanitario, realizaron un trabajo conjunto tras los daños ocasionados por un terremoto de 7,5 grados en la escala Richter que afectaría a toda la población.
El simulacro se desarrolló en dos escenarios diferentes con un total de ochenta mil metros cuadrados a rastrear, cubriéndose todas las fases de una situación real: localización con equipos caninos, rescate en cualquier circunstancia por complicada que ésta sea, atención sanitaria, estabilización de la víctima y evacuación a zona segura. Todo ello contando con la atención psicológica a la víctima de los voluntarios del GIPEC, que además de psicólogos actuaron como figurantes, actuando como familiares de las víctimas.
Los escenarios iban incrementando su dificultad, localizándose víctimas atrapadas, en galerías subterráneas, espacios confinados, situaciones de baja visibilidad, etc. Fue necesario el empleo de maniobras como la bisagra (traslado de víctima a distinto nivel en posición horizontal), trípode (traslado vertical), así como rápel de víctimas sin daños desde la azotea de un edificio en el que quedaron atrapadas.
Tanto la ONGD IAE como el GIPEC valoraron de forma muy positiva el simulacro realizado. Todos los participantes mostraron su satisfacción y manifestaron haber vivido situaciones similares a las que podrían encontrarse tras un terremoto.
Ayudar atendiendo a las indicaciones ofrecidas en cada momento por el personal formado puede ser muy útil y ayudar a salvar vidas. Y ello en situaciones que pueden presentarse en la realidad, como demuestra el terremoto sentido hace apenas una semana con epicentro en Hassi Berkane (Marruecos) de 3,9 grados en la escala Richter.
Por ello, ambas entidades siguen apostando por la formación y prevención en beneficio de la comunidad, trabajando para estar preparados para intervenir cuando sean necesarios los servicios que ofrecen desde cada organización.
